Por María Viloria (@Maria_Viloria)
El pasado viernes 30 de noviembre el Juzgado de Letras del Trabajo de San Miguel presentó la resolución de la demanda presentada por Mauricio Pinilla en contra de Azul Azul por su salida de Universidad de Chile, oyendo la petición del delantero. Se acogió la demanda de tutela laboral por vulneración de derechos fundamentales presentada por el futbolista, decretando que AZUL AZUL S.A debe pagar al demandante $147.454.616 por indemnización adicional y $313.341.059, por concepto de lucro cesante, lo que sería una cantidad de 650.000 dólares estadounidenses aproximadamente.
La sentencia dispuso que «efectivamente la denunciada vulneró la libertad de trabajo del actor y al Derecho a la Libre elección, con el despido verbal que materializó con fecha 31 de julio de 2018 en conferencia de prensa, impidiendo con ello la libertad de acción del demandante” lo que aclara de forma contundente que con el contrato de transferencia no se culminó la relación laboral, sino a partir del despido verbal y público. Incluso, unos días antes del fallo, Pinilla publicó en su Twitter el documento de la ANFP que establecía su actual vinculación con la U de Chile.
Por otro lado, Pinilla había solicitado unas clases de derecho deportivo para los miembros directivos y dirigentes del club, lo cual fue desestimado por el tribunal. Por lo cual, la sentencia hace referencia a las consecuencias económicas, laborales y deportivas de la culminación de la relación entre el club y el jugador, y apartó las pretensiones diferenciadas. En este sentido, Pinilla queda como un agente libre y podrá negociar su futuro, lo cual era su principal razón por la cual demandar, de acuerdo con el propio jugador.
De todas formas, el fallo puede ser apelable por Azul Azul (club Universidad de Chile) ante la Corte de Apelaciones, por lo que podría eventualmente, tener cambios en caso de que así ocurra. Hasta los momentos no se ha especulado que el club intente recurrir, pero tiene la vía abierta para ello. Mientras, le corresponderá ejecutar la sentencia en primera instancia y Pinilla volver a la cancha tan pronto firme con un nuevo club.
Este caso era de gran importancia para el derecho deportivo en Chile, por cuanto existía la expectativa de si el tribunal consideraría el contrato de transferencia como el documento culminante de la relación laboral o, en cambio y como lo hizo, determinaría que la acción que puso fin a la relación fue el despido público por parte de los dirigentes del club. Se añade una nueva página en los antecedentes del deporte en este país y se mantiene así lo que se estaba realizando en la práctica hasta los momentos.