Por María Viloria (@Maria_Viloria)
Hace un par de semanas se generó la controversia entre el jugador Mauricio Pinilla y el club Universidad de Chile cuando el jugador demandó a Azul Azul por vulneración a sus derechos laborales y por despido injustificado, luego de que los dirigentes del club lo desvincularan públicamente en rueda de prensa celebrada el 31 de julio. El club entiende que Pinilla dejó de ser su jugador cuando firmó el contrato de transferencia con Colón de Santa Fe (Argentina). Sin embargo, la parte demandante alega que nunca existió un finiquito de trabajo y por ende, una ruptura de la relación laboral consentida.
A principios del mes de septiembre se celebró la primera audiencia preparatoria para tratar de conseguir una conciliación entre las partes. Incluso, la jueza Alondra Castro, había propuesto un acuerdo por el pago de Azul Azul a Pinilla la suma de 211 millones de pesos chilenos, la cual no fue aceptada y prosiguió a celebrarse una segunda audiencia preparatoria a finales de mes. Sin embargo, tampoco fue exitosa por lo que se continuará con el proceso en juicio el próximo 22 de noviembre.
A medida que el proceso se lleva a cabo, se conocen mayores detalles sobre las pretensiones de cada parte y con ello nos podemos imaginar el curso que transcurrirá. En este sentido, se debe recalcar la importancia que tiene el caso Pinilla para el derecho deportivo chileno: se determinará en sede judicial si la relación laboral finaliza efectivamente con el contrato de transferencia o si es necesaria una desvinculación definitiva con el club como lo es la firma del finiquito de trabajo.
A manera de opinión, nos parece insostenible que un contrato de transferencia o acuerdo finalice la relación laboral deportivo anterior, sobre todo cuando se le suelen agregar condiciones como aprobar el examen médico de su nuevo club. Por ejemplo, ¿qué hubiese sucedido si Mauricio Pinilla viaja a Argentina y no pasa el examen médico? ¿No hubiese sido jugador ni de Colón ni de la U de Chile? ¿Se entendería como un jugador libre? Teniendo en cuenta estas premisas, parece algo fuera de lugar y se menoscaba sus derechos como, a fin de cuentas, trabajador.
Por otro lado, es conocido que en la oferta del club argentino no estaban todas las condiciones necesarias para considerarla como completa o fundante, siendo uno de los alegatos de los abogados de Pinilla. Por lo cual, existió el acuerdo de transferencia, pero al parecer, nunca el finiquito con el club U de Chile ni el contrato de trabajo con el nuevo club, el Colón. Entendiendo esto, ¿realmente el jugador se desligó de su relación laboral? ¿En cuál condición se encuentra Pinilla? Precisamente, es uno de los puntos más importantes que entenderemos durante el juicio.
El enfrentamiento entre Pinilla y la U de Chile definitivamente será un acontecimiento histórico para el deporte chileno, especialmente por la situación del contrato y la relación laboral del jugador: si efectivamente se quebrantó la misma, si basta con el acuerdo de transferencia o es necesario ponerle fin al contrato anterior e iniciar el nuevo con el club.