Por Marian Fernándes (@Marianfernandes)
El Campeonato de Wimbledon es el torneo de tenis más antiguo y prestigioso del mundo, caracterizado por ser celoso con ciertas tradiciones, como por ejemplo, el uso de la vestimenta blanca a lo largo del certamen.
Esta competición ostenta el récord del partido de tenis más largo de la historia. Los protagonistas de esta hazaña: Nada más y nada menos que el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut. El encuentro duró 11 horas, 5 minutos y 23 segundos.
El pasado viernes 13 de julio parecía que se repetía la historia, cuando Isner se enfrentaba al sudafricano Kevin Anderson en busca de un pase a la final. El partido duró 6 horas y 36 minutos, el juego se definió en el quinto set por 26-24 a favor de Anderson. La duración de este enfrentamiento no sólo puso a prueba la resistencia física y puso en riesgo la salud de los dos jugadores, sino que también entorpeció el desarrollo del torneo, ya que el otro partido de semifinal pautado para ese mismo día entre Novak Djokovic y Rafael Nadal debió interrumpirse y reanudarse al día siguiente.
A su vez, el quinto set del partido entre Nadal y Djokovic (el cual terminó 10-8 a favor del serbio), llevó a los organizadores a retrasar la final femenina entre la alemana Angelique Kerber y la estadounidense Serena Williams.
Luego de disputar la final contra Djokovic, Anderson aclaró que no pudo recuperarse al 100% luego de aquel partido contra Isner en semifinales. Alegó también que este tipo de partidos pueden ser perjudiciales para la salud de los jugadores y que una solución viable para resolver este detalle sería la inclusión de un ¨tie-break¨ en el quinto set.
La recomendación de Anderson no es algo descabellado, es una opción totalmente viable ya que en sí el uso de este mecanismo se establece en el reglamento de la International Tennis Federation. El US Open y la Copa Davis han sido los primeros en prever este método de puntuación dentro de sus reglas internas, mientras que otros campeonatos como el Roland Garros, el Australia Open y por supuesto Wimbledon mantienen intactas sus normas acerca de este tema.
Esperemos que los organizadores de Wimbledon tomen en consideración los puntos de vista de los jugadores y reflexionen sobre el peligro que podría representar para estos atletas la prolongación excesiva de los partidos en competiciones de alto rendimiento, atendiendo también contra el mejor desenvolvimiento del torneo.