Las ofensas de Serena

Por Marian Fernandes (@Marianfernandes)

El pasado sábado se disputaba la final femenina del US Open entre la estadounidense Serena Williams y la japonesa Naomi Osaka. La norteamericana fue sancionada por el juez de silla portugués, Carlos Ramos, tres veces a lo largo del encuentro: primero por haber recibido apoyo técnico de su entrenador (coaching), luego por golpear una de sus raquetas contra el suelo y por abuso verbal, al reclamarle a Ramos las decisiones arbitrales.

Las sanciones aplicadas por el juez de silla están contenidas dentro del Official Grand Slam Rulebook 2018; Código por el que se rigen los cuatro Grand Slam (Wimbledon, Roland Garros, Australian Open, US Open) y que establece todo respecto a las regulaciones de estos torneos. Específicamente el artículo 3 de este Código, establece las sanciones a las ¨ofensas¨ que pudieran ser perpetradas por los jugadores en el terreno de juego. Entre estas se encuentran el ¨coaching¨, el abuso de raquetas o equipamiento y el abuso verbal, entre otras. Ya que estas ofensas al Código se dan dentro del terreno de juego y mientras se lleva a cabo el partido, son sancionadas de una forma particular por parte del juez de silla.

La manera de sancionar a los jugadores por llevar a cabo cualquiera de estas conductas es mediante el Point Penalty Schedule, por medio del cual el juez de silla le llamará la atención al jugador o le hará un ¨warning¨ la primera vez que cometa una ofensa al Código. La segunda ofensa al Código será sancionada con la reducción de un (1) punto del marcador para el jugador infractor, y a partir de la tercera ofensa el jugador será sancionado con la sustracción de un (1) game del marcador por cada ofensa cometida. Sin embargo, luego de la tercera ofensa al Código, el juez de silla puede consultar con el Jefe de Supervisores del Grand Slam, con quienes determinará si cada ofensa posterior constituirá una violación al Código.

En el caso específico de Serena, el juez de silla aplicó el reglamento a cabalidad. A pesar de que esto es lo que se persigue, los jueces deberían estar más atentos con el nivel de discrecionalidad con el que aplican estas sanciones, ya que, si bien Serena no tuvo la mejor actuación, tampoco la tuvo el serbio Novak Djokovic en la final del domingo contra Juan Martín Del Potro; cuando se notó desesperado por el comportamiento del público (que favorecía a su rival). Allí dirigió varios insultos al público presente, configurándose así la ofensa de abuso verbal.

Esto es el tema central de la discusión. Mientras que a una mujer se le aplica la sanción, a un hombre no. Aquí esta discrepancia genera una especie de discriminación. No decimos que Serena Williams no debe ser sancionada. Lo que pedimos es que a igual violación, se aplique igual sanción para los hombres.

El comportamiento de Djokovic no fue sancionado ni tampoco sentenciado por la opinión pública o la International Tennis Federation, pero si lo fue el de Serena Williams, ganadora de 23 títulos de Grand Slam. Esperemos que estas discrepancias no sigan opacando el increíble nivel de tenis que hemos sido capaces de desarrollar y presenciar durante estos últimos años.


“Cuando una mujer es emocional, ella es una ‘histérica’ y se le castiga por ello. Cuando un hombre hace lo mismo, él es ‘franco’ y no hay repercusiones. Gracias, Serena, por recordar este doble sentido”

–Billie Jean King

 

 

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