Por Gabriella Yibirin
Una nueva decisión tomada por la Corte Suprema de los Estados Unidos el día 21 de junio del 2021 en el caso de la NCAA vs. Alston podría cambiar la manera en la que los atletas universitarios son vistos a la hora de recibir salarios, bonos, y otros beneficios relacionados a su educación universitaria.
Hasta el momento, de acuerdo con las definiciones contenidas en las normas y reglamentos de la Asociación Nacional de Atletismo Colegiado de los Estados Unidos (NCAA por sus siglas en ingles), todos los futuros estudiantes-atletas que participen por primera vez en un instituto universitario perteneciente a la Primera o Segunda División deberán obtener certificación final de que son aficionados para poder competir en la respectiva disciplina.
En una batalla que se extendió por más de siete años y que finalmente culminó con esta sentencia, la NCAA argumentaba que era necesario preservar su carácter de amateurismo e implementar regulaciones en salarios, bonos y beneficios ofrecidos a los estudiantes con el fin de no de limitar y no restringir el mercado laboral en directa violación de las leyes antimonopolio. Si no por el contrario de expandir e incrementar el mercado y audiencia de los deportes colegiados explotando su carácter aficionado y así diferenciarlos de los deportes profesionales.
Con esta sentencia, se reafirma la aplicación de las leyes antimonopolio, incluyendo el Sherman Act, a la NCAA y sus actividades, así como también se reitera un cambio significativo en sus reglamentos en los cuales ahora los estudiantes-atletas, si bien no podrán recibir salarios o beneficios relacionados directamente a su participación en una respectiva disciplina, si obtendrán ciertos pagos y beneficios relaciones con su estatus de estudiante, como por ejemplo becas para estudiar en el exterior, laptops, pasantías, entre otros.
Si bien es cierto que esta decisión marca un hito en la historia de la NCAA como ente regulador de los estudiantes-atletas, son mas y mas los estados que se unen al movimiento en pro del bienestar de los estudiantes atletas siendo ya mas de 19 estados los cuales han promulgados leyes que permiten a los estudiantes de institutos educativos situados en esos estados a compensar a los atletas por el uso de sus nombres, imágenes y semejanza.
Nadie sabe lo que esta sentencia implica a nivel federal para todas las instituciones educativas, así como también para los estudiantes-atletas, pero lo que si es cierto es que es que esta decisión unánime de la Corte Suprema de los Estados Unidos es solo el comienzo de un cambio completamente radical a una estructura que ha funcionado bajo el mismo formato por más de 100 años.